El detective privado es el único profesional habilitado legalmente para obtener información y pruebas sobre conductas o hechos privados en el ámbito económico, laboral, mercantil, financiero o personal (art. 48.1 Ley de Seguridad Privada)
Esto hace del detective una herramienta eficaz y necesaria con la que tanto el abogado como el cliente, cuyos intereses están en juego, pueden contar en los procedimientos judiciales. De otra manera, sería imposible demostrar de manera fehaciente ciertos hechos o datos que en muchas ocasiones son determinantes en los procesos judiciales.
Estas circunstancias nos convierten en estrechos colaboradores, no sólo del cliente final, sino también del letrado que defiende sus intereses jurídicamente.
Nuestros informes constituyen un elemento probatorio que es habitualmente aportado y ratificado en los juzgados, en los que el Detective Privado es considerado como “testigo cualificado” en base a su habilitación profesional, experiencia y formación.
Un amplio número de sentencias, avalan la eficacia y la validez en los procesos judiciales de los informes del detective privado en España.